Desde que llegamos a Oulu, a Jon se le atonjó tener una bici nueva Pero claro, no una cualquiera. Es que el niño es de morro fino y no puede ser ni de segunda mano, ni normalita... no, una super bici. Ahora, cuando veáis las fotos, me entenderéis. Sobre todo porque aquí es todo un poco más caro...
Pero bueno, en su defensa hay que decir que la compramos porque nos avisaron de una oferta. Su jefe le comentó que una tienda de Oulu de bicicletas, cumplía 25 años (o algo así) y que durante un sábado iban a tener muy buenas ofertas. Los filandeses son bastante consumistas (más que nosotros) y les gusta mucho todo este tipo de acontecimientos. Así que nos acercamos ese sábado por la mañana y constatamos que realmente había buenas ofertas. Entre ellas, esta bicicleta. Aunque antes probó otra, que ya veréis que no le quedaba muy bien.
Y como no, también hubo que comprarle el candado. ¡Qué menudo candado! Casi nos costó más que la bici.
Después de nuestra compra, estuvimos un ratito más fuera de la tienda porque ofrecían makkara (salchichas extra grandes) y café gratis. A lo finlandés.