domingo, 31 de enero de 2010

Ñam ñam...

Tema delicado: la comida.

No es secreto el hecho de que la cultura culinaria finlandesa, en mi humilde opinión, no es de las mejores. Por ello, antes de venirnos aquí, hice un curso acelerado de cocina: "Aprenda a cocinar en un mes con mamá".
Para que veáis que realmente aprendí, os dejo unas cuantas fotos que os van a abrir el apetito...


Ya sé que no tiene la misma pinta que en casa, pero hay que tener en cuenta que la materia prima no es fácil de encontrar. Y muchas veces imposible. No venden conejo, pocas veces se ve carne cortada en filetes, el pescado es escaso... Aunque poco a poco vamos encontrando más cosas.
En Navidades, Josetxu (padre y suegro), nos regaló un libro de cocina, que solemos consultar en días especiales y fines de semana: chuletas de ternera (traídas desde España) al papillote, pasta al horno con bechamel... mmmhhh...

Otro tema peliagudo es el pan. Por aquí comen un pan negro... extraño, digamos. Así que cada tres semanas nos hacemos nuestro propio pan. Hacemos unas 6 u 8 barras de pan, las cortamos en rodajas y las congelamos. Así, cada vez que queremos, metemos las rebanadas en la tostadora y comemos pan calentito :D Os dejo unas fotos del proceso:


Por cierto, recalcar que la supervivencia culinaria no sería posible sin los paquetes que nos mandan desde España. ¡Mil gracias familia!

Preparar el coche para el invierno... ¡de Finlandia!

En estos meses que llevamos aquí, hemos tenido que estar muy pendientes del coche. Es muy caro tener un coche en Finlandia, además de que hay que tenerlo en algodones.
Cuando comencó el invierno, tuvimos que ponerle el módulo del motor que calienta el aceite. Se enchufa a un poste que tenemos en el aparcamiento durante dos horas antes de arrancarlo, pero no hace milagros. Le podríamos haber puesto un calentador al habitáculo para no congelarte cada vez que entras, pero somos North BigGuys (chicarrones del norte) :D
También compramos las ruedas con pinchos. Son obligatorias a partir de Diciembre, pero hay que ponerlas bastante antes. Lasse nos ayudó a ponerlas, os dejamos unas fotos.



Además de esto, recomiendan poner un aceite más líquido y cambiar la batería. Resulta que a partir de unos -15ºC, las baterías que usamos en España, pierden sus propiedades, y no hay manera de arrancar el coche. Por eso, aquí usan otras que son mejores para esas temperaturas. Ya me pasó un día, no pude arrancar el coche y se terminó quedando sin batería. En fin...
Pero en realidad, si miramos los contras y los pros, me quedo con el coche. Que usar la bici a -30ºC... no mola.

Disculpas por el largo silencio.

En primer lugar, queremos pediros disculpas por no haber puesto nada en todo este tiempo. ¡Pero ya estamos de vuelta!
Cuando regresamos de nuestras vacaciones de Navidad en España, tuvimos un gran recibimiento: temperatura de -30ºC y una capa de nieve más bien considerable. Imaginaos, estar con la ropa que usamos en España y arrastrando durante 20 mins dos maletas de 35 kilos cada una. Y digo arrastrando porque las ruedas no sirven de nada en la nieve.
Os dejamos unas fotos de cómo nos encontramos el coche... ¡pobrecito!



Hablando del viaje... pues se nos hizo pesado, la verdad. Tuvimos que dormir en el aeropuerto de Helsinki, aunque no fue lo peor. Ya que conseguimos cogernos dos sofás y no había nadie en todo el aeropuerto. Lo malo fue que nos hicieron pagar 50 euros más por pasarnos con el peso de las maletas. Es gracioso, después de sablarnos una pasta por los billetes, todavía nos hacen pagar más. Pero lo que me revienta es que mi equipaje de mano era un bolso y lo de Jon una mochila, mientras la gente se aprovecha y lleva maletas, más portátil, más abrigo, más... lo que quepa. Pero bueno, la vida es así.